El transcurso de la historia nacional nos ha llevado a identificar al Estado mexicano con diferentes concepciones adjetivas que suelen ser redundantes y contradictorias. Así, hemos hablado del Estado independentista, del liberal, del dictatorial y del revolucionario, hasta llegar a definiciones tan complicadas que se conjugan indiscriminadamente, como hablar del Estado constitucional democrático social de derecho, la cual, si fuese tomada como dogma, haría empequeñecer y devaluar el esfuerzo intelectual y legendario de Hans Kelsen; de este modo el Dr. Eduardo Lozano Tovar sintetizó su apreciación sobre el devenir histórico mexicano, durante su participación en el seminario "¿Constitucionalizar democratiza?", celebrado en la Universidad Carlos III de Madrid, España, a propósito de los 200 años de la Independencia y 100 de la Revolución Mexicana.
El jurista tlaxcalteca, profesor de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), asistió a este seminario europeo como invitado especial de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Colegio de Profesores Investigadores con Actividades Académicas Formales en Universidades Extranjeras de Excelencia A.C. (Copuex), foro en el departió con otros destacados ponentes de México y España.
Al exponer su disertación, el Dr. Eduardo Lozano Tovar precisó que para Hans Kelsen, connotado jurista austriaco, todo se define en un concepto único que ha transitado imperturbable, a pesar del interés de las clases gobernantes por legarnos sus influencias políticas: el Estado de derecho.
Lozano Tovar, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SIN), acompañado por el embajador de México en España, Lic. Jorge Zermeño Infante, apuntó que no se puede entender el proceso de la conquista y la colonia, que tuvo una duración de 300 años, sin tomar en consideración la negación del sistema jurídico indígena y la preponderancia de las estructuras legales de la metrópoli española.
De la Revolución Mexicana, el Dr. Eduardo Lozano asentó que sus orígenes se encuentran en la lucha contra los latifundios y contra la concentración de la propiedad; la culminación de este movimiento, que podemos identificar en la Constitución de 1917, acabó por idealizar los fines de la gesta revolucionaria y los convirtió en objetivos más allá de la simple posesión y explotación de la tierra.
Afirmó que los grupos que tomaron el poder durante la Revolución de 1910 a 1917, sostuvieron, y aún siguen sosteniendo, que el periodo nacido con la Revolución constituye una edad histórica en sí misma, que ha transformado radicalmente al país y que ha realizado, cumplidamente, las aspiraciones que el pueblo mexicano manifestó en su lucha política.
En el foro universitario ibérico, estuvieron presentes docentes locales así como funcionarios del Instituto Federal Electoral (IFE), del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife), de la Procuraduría General de la República (PGR), del Instituto Nacional de Administración Pública, de la Organización de las Naciones Unidas (PNUD), y representantes de partidos políticos mexicanos.