Con el cartel "Alcanivorax borkumensis de bacteria come petróleo a enfermedad en el ser humano", Roberto Ahuactzin Márquez, estudiante del cuarto semestre de la Licenciatura en Médico Cirujano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Tlaxcala UAT), ganó el tercer lugar en el XIII Concurso de Carteles que se desarrolló en el marco del "XXVII Congreso Internacional de Medicina de Vanguardia" en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.

Roberto Ahuactzin Márquez contó con la asesoría del Dr. Alfredo Adán Pimentel, Director de la Facultad de Ciencias de la Salud, y la propuesta se basa en la bacteria Alcanivorax borkumensis que fue descubierta en la isla Borkum, Alemania, hace más de una década, pero en ese entonces no tuvo tanto impacto hasta que se observó que degradaba el petróleo.

El objetivo del trabajo presentado por el estudiante universitario fue conocer y describir la bacteria Alcanivorax borkumensis, sus antecedentes históricos, taxonómicos, fisiológicos y patogénicos a través de casos clínicos y sus principales factores de mutación genética.

Durante su participación en el certamen, celebrado los pasados 27, 28 y 29 de abril, Roberto Ahuactzin explicó que la investigación referida en su cartel es controvertida y presenta una forma de demostrar que la naturaleza es indescifrable, que termina asombrándonos con secretos que conserva en su biodiversidad, y evidenciando día a día que es sabia y justa en su equilibrio.

El estudiante de Medicina de la UAT examinó 63 artículos sobre Alcanivorax borkumensis, tomando como referencia las publicaciones de las revistas Journal of Bacteriology, International Journal of Sistematic and Evolucionary Microbiology, Applied and Environmental Microbiology, Journal of Medical Microbiology y Microbiology, publicadas entre 1998 y 2010; 21 periódicos electrónicos, seis videos y ocho blogger"s con un periodo de cuatro meses.

Dijo que la Alcanivorax borkumensis es una bacteria en forma de varilla y cosmopolita porque se encuentra en todos los océanos, sus registros son inciertos hasta la publicación, en 1998, del científico español Manuel Ferrer, quien la describe detalladamente junto con el hallazgo de su ADN, explicando el desarrollo y comportamiento de este microorganismo.

Seis años después, prosiguió, se publicó que mutó por factores químicos que fueron derramados en los océanos, teniendo un comportamiento "socialista" ya que junto con otras bacterias de la misma especie realizaba cadenas para crear una capa y encerrar los gases, es decir, las burbujas de petróleo para poder degradarlo; la bacteria fue considerada de bio-remedio por los científicos y decidieron experimentar con ella para elevar su habilidad de degradar rápidamente al petróleo.

Pero esto no lo veían bien muchos científicos y terminó por ser un caso cerrado hasta que ocurrió el gran derrame en el Golfo de México; entonces, se tomó la decisión de derramar químicos en el agua para estabilizar el petróleo y evitar su extensión, unos días después se dio la orden de liberar esta bacteria, claro, ya modificada genéticamente para ayudar a la degradación del combustible.

Sin embargo, no se advirtió sobre las consecuencias del contacto de la bacteria con los químicos, y terminó siendo un gran problema para las personas que vivían cerca del Golfo; los registros de la toxicóloga Riki Ott mostraron que la bacteria se comporta como si fuera Staphylococcus aurus, resistente a la meticilina, provocando derrames internos y dejando ámpulas indoloras.

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