“El Festival ‘La Muerte Tiene Permiso’ es el encuentro universitario más consistente de nuestra Casa de Estudios, pues ningún otro evento, ya sea académico, cultural o científico ha logrado llegar a los 26 años ininterrumpidos”, afirmó el Dr. Víctor Job Paredes Cuahquentzi, Rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), al inaugurar, este martes, el Festival “La muerte tiene permiso” en su XXVI edición, homenaje a Emmanuel Carballo, in memoriam, y a René Avilés Fabila, y el IV Coloquio Nacional de Estudiantes de Literatura que organiza la Facultad de Filosofía y Letras.
Acompañado por la Lic. María de los Ángeles Corona Castellanos, Directora de la Facultad de Filosofía y Letras; por el Dr. Sergio Eduardo Algarra Cerezo, Secretario Técnico; y por el Mtro. Alberto Aguilar Carmona, Coordinador de la Licenciatura en Literatura, el Dr. Paredes Cuahquentzi reconoció el esfuerzo de esta comunidad por mantener vigente, sin cortapisas, este gran festival, mediante el cual la Universidad se acerca más a la sociedad tlaxcalteca, a la que se debe y de la cual forma parte.
Con la voz literaria, prosiguió el Rector, en cualquiera de sus géneros, el Festival “La Muerte tiene permiso”, demuestra y muestra que la muerte es un personaje omnipresente para el mexicano. Ya sea en poesía, cuento, novela, teatro o a través de las jocosas calaveras, la muerte ha tenido permiso de desfilar por los pasillos de esta facultad durante más de 25 años. A este ejercicio creativo se suma siempre la investigación y la innovación, en mesas, conferencias y presentaciones de libros
El Dr. Víctor Job Paredes aseveró que dicho festival ya constituye un ícono en Tlaxcala. “La Muerte tiene permiso”, en la entidad, solo motiva dos evocaciones: el maravilloso cuento de Edmundo Valadés y el festival de la UAT. El festival que organizan los estudiantes de la Licenciatura en Literatura Hispanoamericana y de la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericana de Filosofía y Letras.
Reflexionó que al difundir la cultura como su tercera función sustantiva, la Universidad Autónoma de Tlaxcala destaca en este festival una de las tradiciones más significativa y distintiva de México, un país pluricultural y pluriétnico, que alimenta con su diversidad la personalidad rica y creativa —innovadora— de sus costumbres.
Por último, felicitó a la comunidad de la Facultad de Filosofía y Letras, especialmente a los docentes, que año con año han trabajado con los estudiantes que conforman la comisión organizadora. Cada octubre, un grupo diferente de jóvenes trabaja con creatividad y entusiasmo la organización del Festival, con el respaldo y asesoría y coordinación de sus maestros.
A su vez, la Lic. Ma. De los Ángeles Corona refirió que en México las culturas indígenas concebían a la muerte como una unidad dialéctica vida-muerte y, por ello, era invocada en toda manifestación de su cultura, de ahí, que su celebración sigue viva al paso del tiempo.
Especificó que la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (Unesco) considera y protege a la representación de esta festividad: el altar a los muertos, como patrimonio de la humanidad, porque a nivel internacional ha sido reconocida como una de las tradiciones más importantes de nuestra cultura popular.
Emitió un reconocimiento para los estudiantes del séptimo